miércoles, 20 de marzo de 2013

Hastings

Y finalmente me llegó el día en que tengo que escribir acerca de Hastings, la ciudad donde VIVÍ durante 5 meses.
¿Y que implica vivir?, ¿en que se diferencia de "parar" o "estar de vacaciones" en una ciudad?.
En que uno fija un domicilio, una vida diaria, se adapta a las costumbres del lugar, conoce a sus personas, los vericuetos, los chismes del pueblo, el "puterío" que arman algunos latinos.
Hoy lo veo a la distancia y lo extraño, las casas donde viví, la tranquilidad del campo, la ruta, los parques donde me puse en pedo, jugué a las hamacas y oriné en los árboles, los asados que hicimos a pesar de la prohibición de prender fuego, y por sobre todo, a la gente que conocí.
Pues como me dijo una persona: -"en tu viaje vas a depender enteramente de la gente. Todo lo que consigas va a ser gracias a ellos".
Y así fue. Y así es como desde los primeros días que empecé mi viaje sin rumbo la gente me fue ayudando, pasando datos, contactos, laburos.

Hoy quiero poner algunas fotos que resuman lo que fue mi estadía allí.

La plaza principal, con su reloj y su fuente.
Por el medio de la plaza pasa un tren de carga, muy divertido!, sobre todo si estas apurado.


No se dejen engañar con las fotos, Hastings no es un lugar lindo. Es de las ciudades mas pobres y aburridas de NZ.
Aquí viví como 4 meses. En la casa de Maritza. Bastante rudimentaria, pero la calidad de gente que conocí ahí no tiene comparación. Y la hemos pasado muy bien.
Un pancito hecho en la estufa a leña.

El tiraje de la parrilla no era muy bueno q digamos...

La tele que nos hicimos con El General.

La sandía con vino nunca puede faltar.

Haciendo galletitas para navidad.

Luego de unos meses, se presentó la oportunidad de vivir en una casa de campo, alejada de la ciudad.



Grandes comodidades, mucha tranquilidad, y la incomparable alegría que genera hacer unas patas de cordero a la parrilla.

En fin, estando cómodo, tranquilo -pero sin saber por que- uno decide que hay que cambiar. Sin tener datos concretos, sin saber donde parar, donde laburar, se pone toda la carne al asador y se parte. ¿Miedo?, obvio!. El que no tiene miedo es un pelotudo, un frío, un seco.
Pero a no preocuparse, una vez mas el destino se encarga de preparar lo mejor para los que arriesgan todo sin pedir nada a cambio.

Con mucha tristeza me tocó despedirme de Hastings. Y entre sueños pensaba y decía...:
"...Y todos se me van yendo, y yo me quedo. Y el corazón se cansa de tanto decir adiós.
Y ahí es cuando llega el momento de irse, cuando da la sensación de que algo se esta terminando.
Pero nada se termina, es solo lo viejo que se va, para hacer lugar a lo nuevo."

El cambio es lo que nos mantiene vivos.

5 comentarios:

  1. =) es buenisimo que te hayas abierto tanto! LG

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  2. primo sos todo un escritor!! jajaja
    me encanta que estes disfrutando y viviendo experiencias nuevas.
    Te extrañamos y espero tu saludo el 4 de abril eh!! besotesss
    Nati

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  3. Hola Vic!! que bueno todo lo que estas viviendo y me encanta la manera en que lo contas. Sos un poeta!!!!
    Ya es la centesima vez que intento comentar en tu blog pero no se q hago q nunca aparezco..... espero logarlo esta vez.
    Aca te extrañamos mucho. Te mando un beso enorme
    Andrea

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  4. No lo puedo creeeeerrrr!!!!!

    me siento realizada!!!

    besos

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  5. Qué hacés Vic!!! Bueno, lo "qué hacés" lo veo en tu blog. Te lo decía como saludo, bien argento!!!
    Te mando un abrazo.
    Alejandro Vallet

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